Somos dos hermanas que empezamos con un sueño; disfrutar el día a día haciendo lo que nos apasiona, hornear y estar rodeadas de un espacio inspirador.
Ese sentimiento, desde nuestra infancia, que nos provocaba hornear el pastel de chocolate de mi mamá, fue lo que nos llevó a la idea de tener nuestra pastelería, y seguido de esta, llego la idea de la decoración. Pensamos crear un lugar en donde nuestros clientes pudieran encontrar la calidez del hogar, con los postres y el diseño que alegran la vida.

Abrimos nuestras puertas en 2013, y desde entonces nuestra misión es que nuestros clientes disfruten tanto como nosotros del trabajo que realizamos con tanto amor.

Marijó y Clarisa